El Presidente declaró que una de las medidas decisivas fue la de parar en seco la tendencia privatizadora; se dejó de entregar concesiones a particulares en minas, agua, hospitales, puertos, vías férreas, playas, reclusorios y obras públicas. Pero, lo más importante, se detuvieron las privatizaciones en el sector energético: en petróleo y electricidad.
Con presupuesto federal, el Gobierno de la 4T, está construyendo carreteras, presas, hospitales, universidades, escuelas, acueductos, sistemas de drenaje, plantas de tratamiento de aguas residuales, puentes, refinerías, vías férreas, centrales eléctricas, aeropuertos, cuarteles, bibliotecas, parques, mercados, estadios, unidades deportivas y otras obras.